La enfermedad es una defensa contra la verdad.
1. Nadie puede sanar a menos que comprenda cuál es el propósito que aparentemente tiene la enfermedad. 2Pues entonces comprende también que este propósito no tiene sentido. 3La enfermedad, al no tener causa ni ningún propósito válido, es imposible que exista. 4Una vez que se reconoce esto, la curación es automática. 5Pues este reconocimiento desvanece esta ilusión sin sentido valiéndose del mismo enfoque que lleva a todas las ilusiones ante la verdad, y simplemente las deja allí para que desaparezcan.
2. La enfermedad no es un accidente. 2Al igual que toda defensa, es un mecanismo demente de autoengaño. 3Y al igual que todos los demás mecanismos, su propósito es ocultar la realidad, atacarla, alterarla, incapacitarla, distorsionarla, tergiversarla y reducirla a un insignificante montón de partes desconectadas. 4El objetivo de todas las defensas es impedir que la verdad sea íntegra. 5Las partes se ven como si cada una de ellas fuese comple